julio 23, 2011

¿Fidelidad sobrevalorada?

Posted in Hombres, Infidelidad, Mujeres, Pareja, Reconquista a 11:48 am por otrocuento

Desde mi crianza dentro de un hogar medianamente conservador, tuve la idea de valorar la fidelidad dentro de la pareja.

Al llegar mi despertar sexual, a edad muy temprana, no manejaba siquiera el concepto de pareja… era más bien una relación de amistad, en la que hacíamos cosas que al parecer no eran correctas o no debían ser vistas por los demás.

Cuando comencé a tener amigas con las que me besaba, en público, recién comprendía de que se trataba eso de tener una pareja… y la verdad es que no me parecía mal.

La primera pareja oficial, venía de una familia mucho más conservadora que la mía, y por tanto miraban la fidelidad y la exclusividad de la pareja como algo casi intocable. Aunque yo sabía que un par de sus hermanos/as no eran fieles a sus respectivas parejas. Sabrán que a esa edad, las reconsideraciones de los valores llegan como el agua al mar, y en vista de los hechos conocidos… pues no había otro camino que seguir.

Mis relaciones continuaron en su senda no pecaminosa, y era fiel a mis parejas oficiales. Sin embargo, todas se atrevieron a cuestionarlo.

Al pasar el tiempo, me dí cuenta que algunas mujeres toman la infidelidad como un juego. Para ellas, salir con otras personas como si de sus parejas se tratase era casi normal. Aunque por sus caras se notaba que lo disfrutaban más que con sus parejas… sí, yo conocía a sus parejas. Hasta a los hijos.

Un tiempo atrás, en estado de soltería, recibí la visita de una conocida con la que nos teníamos ganas hace tiempo ya. Un par de llamadas bastaron para que acordáramos vernos.

El asunto es que mi ex seguía en mi mente, y eso pudo más que mis ganas de intimar con aquella amiga, que hasta me regaló su bien formado cuerpo en su mejor tenida de Eva.

Ahora, hace un rato ya de eso, me preguntan si creo en la fidelidad del hombre. Claro que creo, pero no es necesariamente porque el hombre ame a su pareja. Y es que esa cosa del amor y la fidelidad la siento sobrevalorada. Es imposible que consigas estar toda tu vida comiendo del mismo plato y los mismos ingredientes. A pesar de que puedas variar la receta, es bueno variar y tratar de cubrir todos los grupos alimenticios 😉

¿tú qué opinas? ¿eres fiel? ¿lo seguirás siendo? … ¿te gusta ser infiel?

NOTA: no te aproveches de lo que digo aquí para engañar a tu pareja. Esto es solo una reflexión personal que no tiene que ser necesariamente compartida por todos. Si deseas engañar a tu actual pareja, hazte responsable de tus actos y sus consecuencias.

julio 28, 2007

Inicio de la serie

Posted in Cosas de la vida, General, Historia, Hombres, Mujeres, Pareja, Reconquista, Recuerdos, Reflexiones a 8:38 pm por otrocuento

Holas,

mucho tiempo que no pasaba por acá. Han ocurrido muchas cosas dignas de ser posteadas, pero tengo una carga de trabajo que no soporta post en ningún blog al que estoy asociado… no pierdas tiempo, uso distintas identidades.

Este post es para dar inicio a una serie de publicaciones respecto a la reconquista de una mujer. Les describiré el escenario y luego partiremos con la serie.

José y Fernanda terminaron en un negro 11 de marzo del año más negro que José había podido vivir. Desde ese entonces tuvieron unos encuentros ocasionales en que hubo mucho, mucho cariño.

José, en su onda, intentaba olvidar el cariño que tenía a Fernanda, pero le era imposible. Comenzó rápidamente a salir con una antigua amiga. La amistad se sucedió de buena manera; salían a distintos lugares, compartían sus días en línea, comentaban y veían algunas películas, reían de las simplezas de la vida y
compartían sus penas de amor y odio.

Por otro lado Fernanda no entendía las razones de José, al decirle que no volvería jamás con ella. Sufría casi en silencio y se dedicó de lleno a su trabajo para tratar de olvidar ese mal amor. Intentó un par de veces con otras personas, pero no tuvo buenos resultados, tal vez debido a lo que sentía por José. A pesar de volcar todo su tiempo en el trabajo, no recibía las recompensas que cualquier mortal esperaría de su abnegada labor.

Llegado el momento, Fernanda comenzó una nueva relación y José se daba cuenta de lo mucho que la quería y necesitaba.

Su reencuentro era muy probable, ambos seguían sintiendo mucho por el otro y comenzaron a verse nuevamente, aún a muy pesar de Fernanda que pensaba que José solo la utilizaba para sus deseos carnales.

otrocuento

junio 15, 2007

solo pensando

Posted in General, Mujeres, Reflexiones a 12:47 am por otrocuento

cada minuto que pasa es una oportunidad para cambiarlo todo

Más o menos así dice una frase de una buena película. He perdido cada minuto a tu lado, que ya ni me interesa cambiar las cosas.

No me está importando el sexo que he obtenido de amiguitas, ni el tiempo que robo a mi laburo por charlar contigo. Ni cambiar un par de horas de tu compañía por una noche sin ataduras con otra doncella.

Me resulta contraproducente pensar en algo entre nosotros, pero me es imposible negar lo perfecta que eres. No puedo convencer a mi fuero interior de que no me gustas, ni tampoco de lo contrario. Debe ser porque ni siquiera he concluido algo al respecto. No me importa concluir nada, eres tan perfecta, tan dulce, que ni siquiera he pensado en desearte. Ni siquiera me he atrevido a imaginarte en mi cama, ni aún durmiendo plácidamente… como ya te he visto en la tuya. Siempre, tan… simplemente perfecta, que dejé de respirar para no robarte ni ensuciar el aire que llenaba tus pulmones y te hacia ver tan… preciosa.

Te lo dije un par de veces, eres una mujer preciosa, pero solo son palabras de un amigo con ademanes paternales. Claro, eso son para usted, señorita. Pero yo sé que lo digo muy en serio y no solo para levantarte la moral. Eres una mujer preciosa y yo solo un hombre más.

¿fue intencional? sí, lo fue. Estoy tan cómodo y tranquilo solo, que no quiero estropear más estilos de vida, ni apostar en las competencias de la convivencia. Cuando te digo que estar solo es bueno, no miento. Pero sabes que evito referirme al tema en cuanto a mi persona, porque compartir con alguien como tú y tenerte tan cerca y a la vez tan lejos, sí que hace extrañar el tener alguien a tu lado. Eso sí que es tortura. Eso sí que es romanticismo. Pero sabes que no estoy para esas hierbas.

Sabes que no he sido ni siquiera romántico ni amable contigo. Solo has sido una amiga más, solo una mujer con la que pasar gratos agradables es tan fácil como respirar. Ni siquiera he intentado conquistarte. No podría explicar razón alguna para ello; ni estoy seguro si es necesario hacerlo. Después de todo, somos buenos amigos y sabes que no he intentado nada más.

También sabes que puedo hacerte feliz y que a quien quiero… eres tú.

otrocuento

May 26, 2007

reencuentro a las 6

Posted in Cosas de la vida, Mujeres, Recuerdos, Sexo a 12:16 pm por otrocuento

Ha pasado demasiado tiempo sin evaluar la situación. Demasiada agua bajo en puente, diría el abuelo de mi amigo. Agua, agua, ¿agua cortada?. No… ¿¡NO!? ¿he dicho no? Así es, no hay agüita cortada.

Al principio dije que no sería promiscuo y que empezaría una nueva vida, todo eso iba bien hasta hace 3 semanas atrás… si es que no recuerdo mal.

Una visita en día feriado a una amiga -una ex- puede resultar en distintas cosas. Una de ellas es que su familia te vea, te haga pasar a la casa, te haga recordar viejos tiempos cuando estabas con su niñita, te pregunten en que estás, con quien sales ahora que no estás con su hija, quien te acompaña a esos eventos anuales en que sueles participar, y un largo etcétera. Esta vez no fue así; no la fui a buscar a su casa.

Sin embargo, y como suelo hacer cuando quiero «quedar bien», la sorprendí a la salida de «un lugar». No, no soy un sicópata sexual, ni tengo ese tipo de desviaciones o inclinaciones, en realidad las inclinaciones no me llaman mucho la atención. En realidad no me llaman la atención para nada; al menos las mías. Bien, sigamos con el tema. La sorprendí, llamándola a su móvil justo antes (unos 5 minutos) de que saliera de aquel lugar. Y, por cierto, que llegó con esa cara que muchos casados quisieran ver en sus esposas cuando llegan de la oficina. Después de un happy hour. Un rostro lleno de sorpresa, de alegría, de femeneidad feminidad, de dulzura, en fin: un rostro hermoso de mujer.

La idea era conversar un rato, saber como iba su vida, que tal el trabajo, la familia, su corazón, y todas esas preguntas insípidas que haces para ver si puedes tener sexo pasar un grato momento con ella. La conversación fluyó hasta el punto en que mi visitada amiga dijo las palabras mágicas.

¿y qué te gustaría hacer ahora?

En realidad el día estaba muy bueno para salir a pasear, arrancarse a la precordillera, caminar conversando bajo la sombra de algunos árboles, sentarse a la sombra de alguno o simplemente disfrutar de las caricias del viento en tu cara y cuerpo. Sin embargo, y como había sido mi pareja, pude leer la intención de esa pregunta en su rostro.

Ella en ese momento ya sabía que yo estaba saliendo con una amiga. Como amigos por supuesto. También yo sabía que ella no me creía que éramos solo amigos. Sin embargo la invitación o más bien la pregunta, seguía en pie. Así que, sin la gracia ni las fuerzas de Siddharta para rechazar a tan bella damisela, caí en la tentación y me sumergí en un mar de dulces manjares que emanaban de su cuerpo.

La sesión de sexo estuvo más que buena. Se notaba que los cuerpos se extrañaban, que se deseaban y que nuestras mentes no se iban a negar a complacer la carne. Sí, fue sexo, no había amor en ese instante, solo había pasión, lujuría, deseos irrefrenables de volver a sentirse el uno al otro y por supuesto una carga erótica indescriptible

En este punto es donde hay que aclarar que, no porque estuviera en una actitud de abstinencia, no iba a andar con preservativos en el auto. No falta el amigo que anda en el carrete, le «salta la liebre» y no anda preparado; así que ahí entra en acción el amigo prevenido y le quita la niña al otro por gil regala sus preservativos al amigo. Además ni siquiera los había comprado, sino que me habían sobrado de la última vez, que compré el pack de 12 y ocupé la mitad, creo. Después de esta pausa patrocinada por el ministerio de salud, continuamos con nuestra historia.

La ducha, el baño, el jacuzzi, los sitiales, la cama, el piso; en ese momento todos eran lugares válidos para hacer la danza de los cuerpos y fundirse con el calor que emanaba de ellos. El placer del reencuentro es muy distinto a los demás. Tiene muchos matices que antes la intimidad no tenía. Ambos tienen nuevas técnicas, nuevas costumbres y nuevos placeres que han descubierto en otros cuerpos y que ahora practican con el beneplácito del otro, sin temor a esas pendejas preguntas como «¿y dónde aprendiste eso?», «¿quién te enseño a hacerlo así?». No, esta vez no hay tiempo para preguntas cuyas respuestas prefieres no oir, pero que preguntas (sobre todo si eres mujer) para luego martirizarte y sufrir… por lo que te has perdido(seas hombre o mujer).

No era necesario preguntar nada, los rostros exhaustos, las sonrisas incontenibles y el brillo de los rostros, eran el mejor testimonio del significado de ese reencuentro. En esa tarde, aquella habitación había sido testigo del comienzo de una relación de escape, de una relación prohibida entre dos cuerpos que tenían una pasión contenida y que habían liberado en sendas tandas de sexo.

…en algún tiempo cuando fuimos pareja, hubo mucho cariño, mucho, mucho, mucho en realidad, pero esta vez había sido sexo, carnal, puro y exquisito sexo.

otrocuento

abril 3, 2007

¿Crisis?

Posted in Cosas de la vida, General, Mujeres, Reflexiones a 11:53 pm por otrocuento

Diablos– no, diablitas eso es lo que me ronda en la cabeza. Diablitas en cuero y plástico rojo. Sí, rojo. Ese color que según científicos hace que el corazón te palpite más rápido. Ese rojo que pintaba los labios de las antaño osadas damiselas que salían de fiesta.

No pude escribir la semana pasada. Ni siquiera podía leer tranquilo. Pero no por estar crítico, sino por estar ocupado. Lo suficiente para no prestar atención a mi celibato y a mi falta de acción. Fue un buen fin de semana. Ojo, sin una mujer a mi lado. No, no, no, tampoco me estoy cambiando de equipo.

Estuve con una mujer, pero con una amiga. Sí, una nueva amiga. En realidad no es nueva, pero nuestra relación sí lo es. La conocí por circunstancias que debieran separarme de su compañía, pero no lo permitiré. Hace tiempo que no disfrutaba una amiga. Sí, de esas amigas sin ventajas. Así que no dejaré que esto se acabe fácilmente. Tengo que exprimirla al máximo. Sin chistes fáciles, por favor. Me refiero a su compañía, a esa agradable sensación que extrañaba. Esa sensación de estar con alguien que no demanda nada más que tu compañía, tus oídos, tus palabras, tus chistes buenos o de los otros.

Fue realmente bueno. Sí, sí que lo fue. Fueron dos días que me hicieron recordar muchas cosas y muchos otros días cuando decía ser feliz sin la presión que una relación te impone. Estuvo de pelos, nada de que quejarme, excepto un pequeño detalle, pero que nada tuvo que ver con ella, así que no lo mencionaré. Fue un fin de semana que extrañaba.

Me encantaría no haber hecho este post desde el anonimato que me ofrece otrocuento, pero cambiaría muchas cosas. No estoy haciendo nada indebido, no estoy causando mal a nadie, no estoy robando, ni nada que se le parezca. Pero decidí aprovechar este espacio no solo para hablar de lo que no estoy haciendo ahora, sino también de lo que estoy haciendo y sintiendo por estos días. No, no te confundas, es solo una amistad. Otrocuento no se enamora. Otrocuento sueña, construye, juega y vive, pero no se enamora.

¿Estaba hablando de una crisis?

sí, en eso estaba. Resulta que de pronto extrañé mucho a mi ex y hasta ganas de llamarla me dieron. No lo hice porque no debo hacerlo. No lo hice porque no quiero hacerlo. No lo hice porque no sería correcto hacerlo. No lo hice porque tal vez no la extraño a ella, sino a su calor, su aroma, su cariño y su cuerpo.

otrocuento

marzo 25, 2007

Sigo en la misma

Posted in Cosas de la vida, General, Mujeres, Reflexiones, Sexo y pareja a 4:57 pm por otrocuento

Estoy en el segundo post de esta nueva vida… tal como indiqué anteriormente, sin promiscuidades y sin andar buscando «el rato».

Debo confesar que no ha sido fácil, para nada. Llegado el momento de la vida en que tienes una vida sexual y afectiva totalmente activa, es difícil separarte de eso. Es difícil no pensar en llamar a esas amiguitas de antaño, a aquellas damiselas ansiosas de cariño y otras cosas que riman 😀 Sin embargo, y respetando mi decisión/opción/alternativa inicial, me he resistido de manera estoica.
El hecho de que un par de esas amiguitas hayan estado rondando no ha logrado cambiar mi parecer, lo ha intentado con resultados muy (des)alentadores, pero sin lograr el objetivo. Aunque a su favor debo decir que una de ellas está muy bien.

Por otro lado están los instintos naturales a los que nuestra nunca bien ponderada raza está expuesta, esas ganas de volver a los tiempos mozos de autosatisfacción.

También están las llamadas, emails y mensajes de mi ex. Así que como verá mi estimada lectora y lector, la cosa no se está dando fácil.

Seguiré viendo como se da este experimento.

otrocuento

marzo 21, 2007

cambio de vida

Posted in Cosas de la vida, General, Mujeres, Reflexiones, Sexo y pareja a 1:25 am por otrocuento

hola, llevo algunos días sin pareja… no ha estado mal. Hay cosas de que hablar, y hay algunas de las que no puedo.

Pero he decidido no buscar otra pareja, sino solo disfrutar de alguna(s) amiga(s) para salir, conversar, disfrutar… vivir.

Hoy me acaban de recordar que mi vida sexual está afectada… claro, no tengo pareja y promiscuo no soy… así que, de eso estaré hablando en estos días.

Prometo hacerlo al menos 2 veces a la semana. Será un interesante experimento.

otrocuento

marzo 11, 2007

Sabor a banana

Posted in Anticonceptivos, General, Mujeres, Sexo, Sexo y pareja a 2:34 am por otrocuento

Este verano no tuve las vacaciones que merecía. Claro que me refiero a la duración, no a la intensidad. Las proyecciones no tuvieron los resultados esperados así que solo contábamos con algunos días para el relajo, la desconección y el desenfreno lujurioso.

El arsenal consistía en una cajita de 12 y una de 3. Nada anormal para una pareja, ni para nosotros, pero la cajita de 3 era de assorted flavours. El panorama parecía interesante.

Pasaron un par de días de preciosa convivencia y perfecto complemento amatorio. Estábamos solos en una casa que era la última de la villa. Con un gran terreno vacío a nuestras espaldas, lo mismo al norte, y la casa del otro lado tenía algunos habitantes ocasionales. Las habitaciones con techos altísimos, permitían la ventilación apropiada y daban una tranquilidad incomparable. Sin hablar de los beneficios acústicos que esto implicaba.

Mi pareja, no es de aquellas que sean muy efusivas en las artes amatorias. La intimidad es buenísima, pero no acostumbra a expresarse libremente. En cambio en la casita se sentía sola, muy tranquila, sabía que los únicos que podrían escuchar serían los vecinos ocasionales de la casa de al lado, a quienes ni siquiera habíamos visto.

La primera noche, muy cansados por el viaje, solo tuvimos un encuentro, lleno de pasión y ternura, como diciéndonos que estábamos felices de estar solos pero que necesitábamos descansar.

Al tercer día una sencilla apuesta propició un placentero final.

El tenor y el tema de la apuesta son lo de menos, lo importante era el resultado o las penas que traería como consecuencia. Si yo perdía, tendría que llevarla a un pueblo cercano a hacer lo que ella quisiera; si perdía ella, usaría un preservativo con sabor para el sexo oral y terminaría dentro de su boca.

Siempre practicamos el sexo oral, pero en las ocasiones que he terminado posterior a aquella práctica, siempre ha sido fuera. Esta vez sería distinto.

¿resultado?

gané. Y sabía que llegada la hora recibiría mi premio.

¿conclusión?

Sí. Es distinto, muy distinto. No es el mismo calor que se siente al terminar dentro de su vagina, ni es lo mismo que terminar al aire libre 🙂

¿qué hicimos los siguientes días?

tuvimos que pasar a una farmacia a buscar más preservativos, aunque esta vez, sin sabor.

otrocuento

noviembre 16, 2006

Aprendiz en felatio…

Posted in Cosas de la vida, Equivocaciones, General, Mujeres, Reflexiones, Sexo, Sexo y pareja, Tips, Video a 9:45 am por otrocuento

Muchas veces he escuchado o leído en relatos que las niñas tienen o no tienen experiencia en los blow jobs, felatio, ma*, o como quiera que le llame la o el lector de turno. Algunos se ufanan de que la señorita en cuestión es una maestra o que lo hace como los dioses ( o diosas en este caso) y tanta otra buenaventura que comentan. Los más humildes dicen haberse encontrado con una aprendiz y que les costó al principio, pero aprendieron muy rápido. Los otros dicen haberles enseñado.

La verdad es que el sexo oral es satisfactorio, pero tiene sus limitaciones, sus ventajas, sus técnicas y sus inconvenientes faltas de experiencia… tal como muestra el siguiente video.

Lección de hoy: si tu pareja es inexperta DEBES ser explícito y muy preciso al dar indicaciones.

otrocuento

octubre 4, 2006

Las fiestas patrias (II)

Posted in Cosas de la vida, Mujeres, Sexo, Sexo y pareja a 5:32 pm por otrocuento

Después de aquel tibio silencio que siguió a la broma, volvió la pregunta. Volvieron todas las preguntas. Mi niña le seguía haciendo la broma a su amiga, a mis espaldas claro. Aunque podía escucharlas, con algún pequeño esfuerzo, no podía mirarlas a ambas.

De vez en cuando volteaba a mirar sus caras y solo veía el rostro un tanto avergonzado de su amiga. Pero la siguiente vez noté un gesto que no había visto antes… ví como su amiga respondía a la broma con un insinuante mordisco de su labio inferior.

A pesar de lo que se crea/diga de mi 🙂 me puse un tanto nervioso y traté de disimular que la había visto. Por desgracia, mi termostato jamás ha andado bien, así que mi chaqueta pasó a ser un tanto incómoda, casi prescindible en esa fría noche. Ellas seguían secreteándose a mi espalda (yo estaba sentado en medio de ellas).

«ya – dijo mi niña- estamos listos, vámonos?» su sonrisa y la sonrisa nerviosa de su amiga hacían notar la última broma.

Mientras partíamos del lugar, con una en cada brazo, mi niña continuó con las bromas a lo que su amiga respondió con un «si sigues me lo voy a servir» y luego un «dale, te voy a decir que sí y ahí vas a quedar».

Era sui generis la situación 🙂 sus bromas habían logrado ponerme a punto y lo más triste de ello es que tendría que ir a dejarlas a casa y partir solo a la mía.

«ya poh amiga, vamos, nos puedes esperar en el auto si quieres. Te prestamos una revista o compramos algo para comer mientras»
Yo miraba a mi niña mientras hablaba. Hasta que la respuesta de la amiga me habló por la espalda. «ya, vamos». Y el escalofrío se apoderó de mi espalda. Me di vuelta con una carcajada para decirle en evidente tono de broma.«jaja, ya vamos?» y volví a ver aquel gesto que disimulé haber distinguido minutos atrás.
Así que a prisa (por el frío) nos dirigimos al auto para abandonar ese frío lugar y dirigirnos a uno mucho, mucho más cálido y acogedor.

otrocuento

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